Fundamentalmente, todos nuestros problemas, desde la falta de acceso a la información hasta la posibilidad de desinformación y sesgos, giran en torno a la importancia y la influencia de la información misma. Ya sea que se trate de educación, alfabetización mediática o promoción del acceso abierto a la información, el papel de la información es central para muchos de los desafíos y oportunidades que enfrentan las sociedades en la actualidad.
En ese sentido, la inclusión es más que una necesidad para el desarrollo, es una obligación para lograr que alcancemos un espacio-tiempo en el que podamos coexistir con otros humanos, la máquina y la naturaleza.
En un mundo cada vez más interconectado y complejo, debemos asegurarnos de que todos tengan la oportunidad de participar y contribuir a la sociedad, independientemente de sus antecedentes o circunstancias. Y esto incluye el acceso a la educación, la tecnología y otros recursos que pueden ayudar a las personas a aprender, innovar y colaborar de manera significativa.
En última instancia, puede ayudarnos a construir comunidades más resilientes y sostenibles que puedan abordar los desafíos y oportunidades del futuro que queremos y necesitamos.