Existe una razón por la que hay tan pocos presidentes negros o indígenas en Latinoamérica, a pesar de que nuestra sangre lleva la influencia africana y nativa en las relaciones de poder que han reformado nuestras sociedades; tan pocas mujeres en posiciones de liderazgo empresarial, a pesar de que sus cualidades las capacitan para liderar empresas exitosas; y ninguna bigtech latinoamericana, a pesar de que la región cuenta con todos los recursos para desarrollar tecnología innovadora, talento humano y capacidad de inversión.
Yo quiero cambiar eso para asegurar que en el mundo post Inteligencia Artificial, haya una representación equitativa y diversa en todos los niveles de liderazgo y desarrollo tecnológico y social. Solo así lograremos un futuro beneficioso para todos y todas, donde el progreso sea inclusivo y responda a las necesidades y perspectivas de una humanidad diversa.
Es necesario trabajar en políticas y acciones concretas que promuevan la inclusión y la equidad en todos los ámbitos, incluyendo el tecnológico, para que todas las personas tengan las mismas oportunidades de desarrollarse y contribuir al progreso de la sociedad. Porque, un ecosistema sostenible e innovador es aquel que promueve y valora la diversidad en todos los niveles.